Guarda en tu memoria
el recuerdo de este infortunio.
Recuerda cada detalle de la vuelta humillante,
de tu orgullo destrozado.
Memoriza todas las cosas que dijiste,
las que te dijeron.
Nunca olvides cómo te traicionó la vida,
cómo te hizo arrastrar una vez más por el barro,
la manera en que te ilusionó, te llevó casi a la cima
y te tiró de golpe al pozo miserable que es tu existencia...
Pero en lo que más tienes que concentrarte
es en que volverá a hacerlo,
y caerás como caes siempre,
porque ella te enseñará las piernas, te guiñará un ojo,
y la seguirás hasta que, creyéndote en el paraíso,
te pateará los cojones y se llevará tu dinero,
dejándote empalmado y dolorido,
en un callejón sucio y apestoso de Mar del Plata.
martes, 20 de marzo de 2012
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