jueves, 13 de diciembre de 2012

La gusanera de las contradicciones.

Me olvido de mí
por cansancio o por falta de tiempo...
y cuando recuerdo cómo
florecían, crecían, se enmarañaban
y destellaban millares de sentimientos,
todos aquellos momentos
que compartía, y casi irónicamente sufría, con mi mente...
Cuando pienso en todo eso
me siento perdida, ajena a mí,
porque aquello era conocido,
aquel enlodado pantano
donde me resguardaba del mundo
ya no está...
Y ahora
¿Dónde estoy?
¿Dónde me he dejado?
¿Quién seré mañana?
¿Quién manejará a este cuerpo cansado que se entrega al devenir?
¿A quién saludarás cuando me encuentres?
...