No lo podía soportar, cuanto más lo intentaba, más fallaba
y más aumentaba mi nerviosismo y mi frustración. Lo que se suponía debía ayudar
a concretar el acto, más me arrastraba a lo contrario. Y él no pronunciaba
palabra, era claro, estaba en coma, pero en mi desesperación era lo mínimo que
podía esperar de su parte, un: “_Dale, metémela bien...” o al menos un quejido
de reprobación. Pero nada. La tenía dura y no servía de nada, porque bailaba de
acá para allá sin llegar a ningún lado. Parecía que entraba y no, seguía de
largo como quien se escapa de su destino. Era como querer llegar corriendo a la
punta del palo enjabonado con los pies hechos de cera e incluso esa era tarea
más fácil. _¡Mierda! ¿Cómo un solo agujero puede llegar a ser tan difícil de
romper?
“Quizás si le pongo un poco más,
mejora”, pensé; al final uno siempre cae en eso de “mejor que sobre y no que
falte”. Lo hice y fue peor. Se convirtió todo en una baba pegajosa y
resbaladiza en donde ya no se distinguía cuál era la parte de arriba y cuál la
de abajo, qué era un agujero y qué una protuberancia. Era lo mismo el ojo que
el culo, la lengua podía ser un dedo del pie o el miembro pasa de uva que le
colgaba… Y ya nada tenía sentido pero yo lo intentaba, más fuerte, más lento,
con cariño, con violencia, con vehemencia, por acá, por allá, por delante y por
detrás. Y nada, ni una buena metida.
Me recosté, exhausto, al lado del
cuerpo completamente inmóvil y aceitoso, necesitaba reponer energías para
seguir intentándolo y también para luego limpiar el cuerpo y llegar a mi casa
por mis propios medios, lo último que necesitaba era tener que pedir ayuda. “ENFERMERO
INTENTA PENETRAR EL CUERPO ENVASELINADO DE FAMOSO CANTAUTOR EN COMA”. No, en
verdad, no necesitaba eso.
Ya sin ganas de reincidir, lo limpié
como pude. Quedó como nuevo, salvo por el hecho de que estaba casi muerto, pero
eso ya estaba fuera de mi alcance, tampoco pretender imposibles... Y cuando lo
vi limpio y perfumado volvieron los pensamientos impuros, los deseos perversos,
las ganas de cogerlo hasta hacerlo sangrar, pero ya sin energía sólo me solté y
liberé sobre sus piernas el semen que tenía acumulado.
Al otro día en el diario se publicó
la noticia: “MILAGRO INESPERADO: FAMOSO CANTAUTOR EN COMA MUESTRA SIGNOS DE VIDA.
Han sido encontrados en su cuerpo restos de lo que parece ser resultado de un
sueño húmedo.”
_¡La pucha, lo que es la ciencia hoy día!
Y guardé en el botiquín del baño el tarrito vacío de vaselina.
***
A.O.