ellas pueden hacerme reir y los comediantes profesionales
no.
(...)

(...)
hay muchas cosas buenas en estar solo
pero hay una extraña calidez en no estar solo.
me gustan las baratas.
me gustan sus ojos y sus dedos, mejores que los míos,
cuando me atan los cordones.
me gusta que manejen en noches oscuras
cuando yo ya me cansé del camino,
la radio prendida
fumamos y charlamos de cosas
y de vez en cuando
nos quedamos en silencio.
(...)
C.B.