Cuando pienso en todos los amaneceres que faltan,
en todas las vidas que debería vivir,
en todas las palabras que aún no quieren salir,
en los hijos sin nacer, en los éxitos que todavía no gané,
en aquel beso que no di, en las noches de sudor que no sentí,
y en todas esas cosas que aún no llegan,
me doy cuenta de lo sobrevaluada que está la vida...
¿Para qué necesito todo eso que no tengo?
¿Por qué esperanzarse con algo incierto?
¿Para qué malgastar el tiempo esperando la gracia divina?
Yo soy consciente.
Yo sé.
Esto es todo,
y en caso de que no lo fuera... ¿no sería lo mismo?
Tener una pareja, casarse, tener hijos,
coger, dejar de coger,
ganar una fortuna, perderla en el juego
o gastarla en una puta...
Yo no me creo el verso de ustedes,
yo escribo mi propio verso...
¡y no sólo un verso
sino un poema entero,
un libro entero,
todos los libros enteros del mundo!
Fin.
martes, 29 de enero de 2013
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