Lo más triste vendrá,
cuando haya desaparecido del todo,
y yo no figure más entre sus palabras,
y al cruzarnos por la calle,
sólo nos miremos con temor.
Tengo un gran talento para alejar a la gente de mí.
Eso sería bueno, si por lo menos me permitiera quedarme con los que quiero.
Pero no nací para querer ni ser querida,
todas son malas relaciones arruinadas por mí.
Hasta tienen un tiempo de muerte:
la mayoría se terminan a los 3 años,
otras duran mucho menos,
todas son tristes.
Y ahora, ¿Qué es lo que sigue?.
martes, 14 de septiembre de 2010
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La vida es una
ResponderEliminarfarsa
y solo nos queda
atarnos a falsas
esperanzas
y sueños tan rotos
y estropeados
que solo sanaran
de mañana
cuando la confusion
y la borrachera culminen
para dejarnos sumidos
en esta parabola.
Ahora no estas
hace minutos partiste
me alegra saber que volveras
y que esa comunicacion fluida
de decirnos las verdades
aun esta presente.
Y el mundo y sus personas aun existen.