Poco a poco lo voy logrando.
Acabar conmigo, lentamente (por mi cobardía).
Lo que aún queda, son sólo las cenizas de la que fui, cuando era.
Sólo tengo que esperar a que una brisa, termine de arrasar con todo.
Por suerte, en esta ciudad, no hace falta esperar demasiado para que eso suceda.
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