Podría hablarte de mis desventuras amorosas,
del maquillaje que intenta disimular mi fealdad,
de los pelos encarnados en el hígado,
de un marido ebrio y sucio que quiere coger...
Pero los momentos realmente bellos
son esos en los que te liberás de los retorcijones,
aflojás el vientre
y soltás toda esa mierda acumulada
de años de odio y complacencia.
jueves, 26 de mayo de 2011
viernes, 13 de mayo de 2011
Juega con cuidado, chavo.
"El cuerpo está completamente dañado, los brazos torcidos y la piel pálida; el rostro es muy diferente pero no se distingue porque lo tapa su propio gorro, como si se tratara de un verdadero cadáver. Las piernas aparentemente rotas, y sangre brotando de su costado y cabeza."
miércoles, 4 de mayo de 2011
Demos gracias al Señor.
Mi ser, siempre en el mismo lugar.
Estancado en el pozo inmundo de mi cuerpo. ¿Para qué?
Si mis pensamientos no me sirven, mis palabras no me sirven, los libros no me sirven, el amor no me sirve...
Y entonces, estúpidamente, yo pregunto el por qué de mi existencia.
Todo esto me recuerda la inutilidad de las acciones, de las cosas... de los actos humanos.
Ahora ¿qué diré? ¿qué pensaré? ¿dónde estaré?
Se siente la nada, el vacío de lo inútil, el frío de la desolación, porque no hay nada.
Y la nada es tan... nada, que a veces asusta.
Basta de repetir las palabras, las frases,
basta de actuar.
Si no tenés nada propio, excepto el odio.
¿Y qué mierda vas a hacer con ese odio?
¿Dónde te lo vas a meter para sentir, aunque sea, placer?
El sinsentido repetido de una vida,
pero quizás con más intensidad.
Una intensidad que se siente,
como la angustia en el cuerpo.
Sin embargo,
tengo un poco de tranquilidad para la mente
al alcance de una botella.
¡Brindemos por el amor y la vida!
Salud.
Estancado en el pozo inmundo de mi cuerpo. ¿Para qué?
Si mis pensamientos no me sirven, mis palabras no me sirven, los libros no me sirven, el amor no me sirve...
Y entonces, estúpidamente, yo pregunto el por qué de mi existencia.
Todo esto me recuerda la inutilidad de las acciones, de las cosas... de los actos humanos.
Ahora ¿qué diré? ¿qué pensaré? ¿dónde estaré?
Se siente la nada, el vacío de lo inútil, el frío de la desolación, porque no hay nada.
Y la nada es tan... nada, que a veces asusta.
Basta de repetir las palabras, las frases,
basta de actuar.
Si no tenés nada propio, excepto el odio.
¿Y qué mierda vas a hacer con ese odio?
¿Dónde te lo vas a meter para sentir, aunque sea, placer?
El sinsentido repetido de una vida,
pero quizás con más intensidad.
Una intensidad que se siente,
como la angustia en el cuerpo.
Sin embargo,
tengo un poco de tranquilidad para la mente
al alcance de una botella.
¡Brindemos por el amor y la vida!
Salud.
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