martes, 28 de agosto de 2012

Alabanza.

Es la fantasía quien se acuesta junto a mí
me abraza y me cuenta al oído
las historias que luego
continúan en sueños.
Y así, sin casi darme cuenta,
me zambullo sin temor en esa irrealidad,
y en ella encuentro todo anhelo,
en donde toda ausencia se desvanece
y los viejos y nuevos amores,
que no son más que uno,
me embargan el alma
con cuchicheos incesantes
de versos desconocidos;
la angustia en el pecho
no es más que una tristeza
que ha partido junto con aquella que fui;
y aquello que jamás tuve
hoy aguarda con ansias mi llegada.

Oh, fantasía de querer,
mi corazón rebozante de esperanza
te suplica,
no me entregues a la espera
de aquel jardín
que nunca pisaré
más que en los sueños
que tu presencia evoca en mí.


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