martes, 21 de agosto de 2012

Amanecer.

En un vano abrir de ojos
despierto entre sábanas sucias,
que no huelen a sexo
sino más bien a abandono,
y los pensamientos
que quedaron colgando
de la noche anterior
me reciben fervorosamente
bailan en mi mente
intentan seducirme,
saltan y rebotan y me llaman
Amanda, Amanda...
como invitándome a perderme
entre sueños despiertos
y cuentos de hadas que no son ciertos.
Y yo me resisto,
no me entrego del todo,
porque aún mantengo
inútilmente
una chispa de esperanza en mis ojos.
Entonces me levanto,
me calzo las pantuflas
y sigo viviendo la vida que todavía
no conseguí...


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