sábado, 28 de diciembre de 2013

LAS NOCHES CON EL AUSENTE.



He estado dándole vueltas al asunto tanto tiempo ya, he ido y he venido, he estado estancada en el mismo lugar reiteradas veces, pero siempre sintiendo que todo era ausencia y desilusión, que todo se trataba de la pérdida y el vacío, pero nunca resalté que fue real, que sus besos no fueron inventados, que sus palabras y su deseo no fueron imaginados. Jamás reparé con importancia en las noches en que fue mío, los dos uno solo, él estaba ahí, a mi lado, ambos envueltos en esa extraña pasión que nos desborda, sus manos estaban ahí sobre mí, sus ojos, su boca, su piel, todo él por completo me perteneció, y luego durmió entre mis brazos, con mis caricias, como un gatito hermoso y tierno que se acurruca en mi regazo. ¿Qué importa toda la ausencia luego de tan bellas noches? No más culpas ni tristeza, no más replanteo del sentimiento, no más angustia humedeciendo mis recuerdos… Al fin y al cabo ¡quién me quita lo bailado!

viernes, 20 de diciembre de 2013

El último momento.



Vivo la vida como un condenado a muerte, como si no hubiera tiempo. Mañana no existe porque es algo desconocido, incierto. Y así las relaciones descontroladas con el mundo, los excesos como una sed desesperada, las ansias descontroladas por explotar el tiempo. Mis momentos están cargados de sensaciones, de grises y violetas, de mañanas que se queman con el sol que entra por la ventana… El momento es hoy, ahora… Mañana quién sabe…
 Las cosas cambian, uno ya no es el mismo, los pensamientos no son los mismos, los deseos se transmutan todo el tiempo… Todo cambia, pero en esencia todo sigue igual, los besos prohibidos que se cuelan en la sombra, el tiempo perdido que se aleja y me condena al devenir, los encuentros desencontrados a destiempo, la palabra reparadora que nunca llega... Lo importante es no entregarse, no estancarse en el lento pasar de la rutina, siempre tener algo nuevo, soltar cada palabra que nos pide salir, ser siempre novedad, y lo principal: nunca llegar a conocerse…