viernes, 23 de julio de 2010

Y como simpre...



¿Qué hay ahí dentro?


¿Qué cosas se rompieron?


Acá también duele,


pero eso no me importa.



Verás, aunque no me creas,


aún estás condenado


(salvo que prefieras algo mejor).


Me gustaría mucho hacerte sonreir eternamente...


pero no soy una soñadora, y sé que eso


es imposible de lograr.


Aunque, quizás... tal vez... haya alguna posibilidad de no fracasar en esto.


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